Begur, un pueblo mágico y veraniego.

Su término municipal está formado por un conjunto de cerros llamados, Massís de Begur, y un extenso litoral, bañado por el mar Mediterráneo.
Tanto el casco antiguo de Begur, formado por múltiples monumentos que han quedado como legado de los momentos más significativos de su historia, como el pequeño núcleo románico de Esclanyà, o las ocho calas y pequeñas playas que pertenecen a Begur, configuran un conjunto, y un entorno paisajístico, inigualables.
Begur es uno de los sitios más exclusivos de veraneo del pueblo catalán.
Begur principalmente se dedica al turismo. El núcleo del pueblo está relativamente lejos de la playa (hay que coger coche o bus).
Si se va de turismo no compensa elegir alojamiento en el mismo pueblo sino cerca de las playas
Todas estas playas son de aguas cristalinas y de carácter muy tranquilo.
Anualmente visitan el rincón de la Costa Brava turistas alemanes, franceses, ingleses…por sus bellísimas calas y donde perderse por sus callejuelas es lo más divertido y bonito.
Sus principales atracciones turísticas es un castillo que está en la calle, el faro que le da la cara al mar pero que actualmente está cerrado, y la iglesia que está situada en la plaza central del pueblo.
Tambien hay otros puntos turísticos como casas antiguas que se conservan perfectamente y restaurantes fabulosos y buenísimos.
El acceso es gratuito y se encuentra en la zona alta de la ciudad, hasta la que podrás acceder en coche casi hasta arriba. Después tendrás que andar por un sendero circular asfaltado hasta llegar al castillo del que se conservan perfectamente las almenas.
Su situación le hace aprovechar perfectamente la orografía del terreno.
El castillo se relaciona con el pasado de piratas y navegantes que saqueaban la zona.
Destacar sobre todo las vistas desde el castillo, de las islas Medes,
donde suelen ir a bucear muchos turistas y amantes de los deportes acuáticos.
Y las vistas de Begur.

El castillo está edificado sobre un asentamiento ibérico y romano, el primer señor feudal del castillo de Begur fue Arnust de Begur, en el año 1019.
El elemento más destacado es una torre circular de unos cinco metros de altura. Se accede a través de una prolongada ascensión entre sus calles que culmina con un camino que rodea toda la fortificación.
Y una calle del pueblo cuyo interés no reside en la belleza o monumentalidad de los edificios que en ella se encuentran, todo lo contrario, el Carrer de Vera.
Sorprendidos ante esta especie de
anacronismo urbanístico descubrimos que durante varios siglos, concretamente
desde el siglo XIV hasta bien entrado el siglo XIX decenas de begurenses
emigraron a la localidad almeriense de Vera en busca de su bien más preciado,
el coral.
Y de ahí viene el nombre de dicha calle.

Si queréis más información sobre las playas y calas de Begur, podéis visitar mi entrada en el blog, caminos de ronda.caminos de ronda
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